Es cierto, la farándula quema. La frase no es mía, sino de mi socio Ricardo Torres, director de Conecta Media Research, y me parece muy lúcida. La farándula es corrosiva porque propone a la audiencia un tipo de relación en base a la destrucción del vínculo con sus personajes y rostros. Mientras más me entero de sus miserias, más lejana y empobrecida es mi relación con ellos.
Pero no sólo quema a los pobres personajes, que son sólo carne de cañón. Como la farándula es voraz y difícil de controlar, también expone el prestigio de conductores y canales enteros, que se tientan con este peligroso negocio.
Ahora que Chilevisión ya vivió su semana negra, muchos van a anunciar -de nuevo- el fin de la farándula. Esto siempre me ha sonado muy ridículo, porque la farándula es demasiado atractiva, tiene un impacto que va mucho más allá de los segmentos “masivos”, y es un negocio que mueve billones en el mundo.
El problema no lo tiene “TVGrama”, que vive bien de eso y tiene una identidad clara. El problema es de los medios que tratan de hacer convivir farándula dura con otros contenidos que requieren credibilidad.
Como Chilevisión.
El canal de Piñera vive en un equilibrio de identidad muy precario, integrando en su imagen a doctor Jekyll (su información) y Mister Hyde (SQP, Primer Plano, etc).
Observen el gran capital que ha acumulado CHV en el área de información, con mucho esfuerzo e inversión. Incluso consolida una ventaja clara frente a Canal13, según la última encuesta nacional UDP (Nov, 2007).
En este escenario, es evidente que el videíto (que dejó a Daniel Vilches como un niño) es un misil. Socava los atributos que sostienen su capital informativo.
Más temprano que tarde CHV tiene que resolver este entuerto. Y de manera radical.
Por ahora, algunos diarios han informado que se vienen sanciones y despidos. Incluso anunciaron que el mismo Piñera intervino directamente para dar la orden de desaparecer Primer Plano (según Publimetro, “asesorado por el director de TVN Daniel Fernández y su director de prensa, Jorge Cabezas”. Esta misma aseveración es muy dudosa, y amerita una aclaración de todas las partes).
Si se confirma que Piñera intervino directamente, creo que va a salir bien parado y obtendrá ganancias en el corto plazo por este episodio. Sin embargo, también es riesgoso (para él y para CHV), porque le abre un flanco de "intervencionismo" que podría significarle bastantes problemas en el futuro.
Si intervino la programación ahora ¿por qué creeremos que no lo va a hacer después?