24 de abril de 2007

Consuelo Saavedra en camisa de fuerza

“En la línea de fuego”. Así tituló Revista Caras un artículo de Lenka Carvallo que puso sobre la mesa el debate por el conflicto de intereses de Consuelo Saavedra: conductora de 24Horas Central y esposa del Ministro de Hacienda.

No sólo se atrevió a abrir el debate en un tema espinudo para la elite medial y política. Lo hizo seriamente -LUN lo hizo de manera oportuna pero ladina- y con un reporteo muy completo. (Ojo: Caras tiene más contenido de calidad del que parece a primera vista. Algo más de estructura y un diseño que no naufrague en el tsunami publicitario no le vendría mal).

Si bien Saavedra tiene el respaldo cerrado del directorio y los ejecutivos del canal, señala el reportaje, el esfuerzo por minimizar los flancos delicados la tiene constreñida: esquivando temas, evitando entrevistas económicas y políticas, extremando la 'cara de póker' frente a ciertas noticias.

Creo que es infortunado, pero en la práctica el conflicto es ineludible. Desde el punto de vista de la audiencia, de su compromiso como periodista, el riesgo no es la posibilidad de “hacer uso de información privilegiada”, como dice Patricia Politzer. Eso es delito en el mundo financiero. En periodismo suele ser una virtud. El problema es exactamente el contrario: contar con información noticiosa relevante para el público y no poder hacer uso de ella. Como dice Abraham Santibáñez, “es muy fácil que las situaciones se confundan y el público sienta que están traicionando su confianza”.

Pienso que lo mejor para ella –y para TVN- sería moverse a un rol o a un programa donde pueda hacer lo que mejor sabe y trabajar con más libertad.

Ayer, el director general de la BBC, Mark Thompson, dijo que la era del tradicional conductor ancla de noticias está “virtualmente extinta”. La BBC, dice Thompson, privilegia en sus noticias que los periodistas y corresponsales presenten sus propias notas.

Interesante, pero en Inglaterra los conductores nunca fueron tan protagónicos como en Chile, que seguimos más el estilo gringo. Acá son parte de la marca del noticiario y, por esa vía, de la identidad del canal. El cargo los confirma como estrellas, super-rostros.

Sin embargo, periodistas que se vuelven “rostro” corren el riesgo de desgastar su capital, de frivolizarse y anquilosarse si no renuevan los votos. Sobre todo ahora, cuando las audiencias son muchísimo más exigentes que en los tiempos de gloria de la dupla Serrano-De la Maza.

En vez de que su sola presencia en el noticiario la mantenga como estrella –y haga converger la atención hacia su persona-, es infinitamente mejor que Consuelo Saavedra se la juegue por concentrar los focos en la calidad de su reporteo y en su aporte como periodista. Pero no a cuentagotas.

El costo es muy alto, pero la libertad bien vale la pena.

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1 comentario:

SDVB dijo...

Que complicada situación!!

Un tema que muchas veces se ve uno obligado a determinar, y en muchos ámbitos laborales.