Me caso y desaparezco por un rato, así que nos vemos a mediados de abril. Saludos!
Luis Argandoña sobre Medios, Audiencias y Comunicación Política www.CiudadanosyConsumidores.cl
Desapercibido en medio de pueriles chascarros, el martes pasado en La Moneda ocurrió un evento muy relevante, tanto para políticos como para el mundo de los medios. Se lanzó el libro “La Función Política de la Televisión”, editado por la Secretaría de Comunicaciones.
Se trata de un compendio muy notable de artículos e investigaciones sobre el impacto de la TV en el mundo público y la política, donde escriben algunas de las voces más autorizadas del medio local, como Carlos Catalán, Valerio Fuenzalida, Cristóbal Marín, Lola Souza y Carlos Peña, entre otros.
Conecta Media Research también aportó con lo suyo: el artículo “El fortalecimiento de la TV abierta como centro de la dieta informativa de los chilenos”, que escribimos Ricardo Torres, Juan Jiménez y yo, y que es el motivo de estas líneas.
Va a sonar impúdico pero lo voy a decir: este artículo es un hito en la investigación en televisión. Muestra y analiza por primera vez la evolución de la oferta y el consumo de información en TV abierta de toda una década. Curiosamente, los datos estaban ahí y nadie se había tomado la molestia de exponerlos así.
El punto de partida es simple. Estamos demasiado embobados con los nuevos medios, y olvidamos aquilatar la enorme contribución de los medios tradicionales. Sobre todo la de nuestra nunca bien ponderada TV abierta.
Entre tanta diatriba y lloriqueo por la influencia que ejerce la TV, nosotros decidimos preguntarnos ¿qué ha estado ofreciendo la TV abierta en cuanto a información? ¿y cuál es el comportamiento de la consumo de la gente frente a la información en TV?
Veamos sólo algunos de los resultados.
UN TSUNAMI DE INFORMACIÓN
Entre 1997 y 2006, la oferta de contenidos informativos en TV abierta aumentó… ¡88%!
Esto significa que los minutos de contenido periodístico –sólo incluimos los generados por áreas de prensa: noticiarios, avances, programas de reportajes, debates y entrevistas de actualidad- prácticamente se duplicaron en 10 años.
Esto es muy impactante, porque no estamos contando la enorme cantidad de información de actualidad que se entrega –con un estilo muy distinto- en los programas de entretención de la mañana.
Este 88% de aumento en género informativo es muy superior al aumento total de la oferta televisiva en el mismo período: 22%. Y superior al crecimiento de todos los demás géneros televisivos, salvo el de entretención, que subió 146%.
Es decir, en un contexto donde los otros medios (tradicionales y nuevos) están aumentando la oferta informativa global, la TV ha respondido… con más información.
Y su estrategia de sobrevivencia se ve clarísima: concentrarse en sus fortalezas, información y entretención.
A PESAR DE LA INSATISFACCION, LA CONSUMEN MÁS
En 1997, considerando el tiempo que ocupábamos frente al televisor, uno pensaría que habíamos alcanzado el límite de nuestra capacidad de deglutir información en TV abierta. Bueno, 10 años después estamos consumiendo un 42% más.
Aunque ha caído en el último par de años (impacto del TV Cable, incluyo 1997), igual es un dato extraordinario.
En un contexto medial extremada y crecientemente competitivo, la gente decidió aumentar su ingesta de info en TV. Es decir, a pesar de la fragmentación del consumo medial general, la TV se ha adaptado exitosamente y es capaz de generar mayor demanda por su oferta.
En muchas encuestas la gente se declara muy insatisfecha con la TV, y muchos comentaristas majaderos usan esto para denostar su aporte y para anunciar una crisis tan terminal como imaginaria.
Bueno, este artículo demuestra que no están viendo el panorama completo. No se trata de ser complaciente, sino de leer mejor esa insatisfacción (que por cierto, es real). Las personas reclaman contra la TV, pero a la hora de actuar, no la reemplazan por la radio, las novelas o el diario -cuyos consumos van en baja. Tampoco la apagan. Por el contrario, deciden ver más información por TV. ¿Será masoquismo? ¿Estupidez? No lo creo.
La competitividad ha jugado un rol clave en este crecimiento: ha diversificado las alternativas y ha fortalecido su consumo.
Un gran ejemplo son los noticiarios centrales. En 2006 muestran un nivel de competitividad radicalmente distinto al de una década atrás. Entonces sólo TVN y Canal13 roncaban. Ahora Mega y CHV pelean con ellos en una misma liga. El gráfico lo muestra muy claro, e inspiró a nuestro amigo Juan Pardo a bautizarlo como “el efecto calamar”.
LAS RAZONES DEL ÉXITO EVOLUTIVO DE LA TV
A nuestro juicio, el éxito de la información en TV abierta se explica en buena medida porque tiene ventajas comparativas imbatibles respecto a otros medios.
Sigue siendo el único medio realmente masivo. Sólo la TV provee una plataforma única y una experiencia común para que todos accedan a “la información que hay que saber”. Además, la credibilidad es clave, y ahí la imagen en movimiento es insuperable como representación de lo real.
Pero además compite muy bien con las supuestas ventajas comparativas de otros medios.
En profundidad y variedad -atributo clásico de los medios escritos- la amplia gama de formatos de los programas informativos ha hecho crecer a la TV. Ahí están, por ejemplo, los noticiarios de medianoche, agudos y punzantes (Paulsen y sus imitadores), o los noticiarios matinales, extendidos y más relajados.
Y con avances todo el día, la TV cumple muy bien la demanda de inmediatez –tradicionalmente asociada a la radio, y ahora a Internet.
Con mucha razón la TV se concentra en la información como uno de sus pilares estratégicos (el otro es la entretención): le resulta muy bien. Y, como dice el artículo, concentrarse en lo que uno hace bien es una excelente decisión para enfrentar una competencia intensa.
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PD: A quienes les interese pueden ver aquí info para bajar gratuitamente un software con todos estos datos: la oferta y el rating de 10 años (1197-2006). Lo diseñamos –Conecta y TimeIbope- con el objetivo abrir la conversación y estimular a que académicos, periodistas e interesados exploren y hagan sus propias interpretaciones. Está en sus manos.
Uno puede decir de La Tercera que ahorra demasiado en correctores de prueba, y que muchas veces lleva demasiado lejos el periodismo de tesis y especulación. Sin embargo, es imposible desconocerle una virtud: su saludable escepticismo frente a los datos y las fuentes.
Lo valoro no por la “correcta” aplicación del manual periodístico –que me da lo mismo-, sino como una visión editorial que le permite diferenciarse exitosamente de la competencia: el único camino viable en el entorno medial saturado en que vivimos.
La semana que recién pasó, con un par de ejemplos, demostró que es una virtud que la mayoría de los otros medios –lamentablemente- no comparte.
La encuesta Adimark y el efecto del Transantiago
Si ud se informó del estudio en cualquier otro canal o diario, entonces ud. se quedó con que el Transantiago desplomó la popularidad de Bachelet: 12 puntos de caída en Stgo. (Le pasó a Enrique Correa, en La Segunda). Eso decía el reporte de Adimark y fue lo que repitieron bovinamente todos los medios.
LT fue el único diario que miró los gráficos y, viendo que había algo extraño, cuestionó los datos. Hizo las preguntas adecuadas.
Sólo gracias a eso, sus lectores se enteraron de que la noticia era más impresionante y era exactamente la opuesta: el Transantiago –al menos hasta ahora- NO afectó la adhesión a la Bachelet. La caída se produjo, pero ocurrió un mes antes, en Enero.
Piñera en el ranking de la Revista Forbes
Esto es mucho menos grave, pero repite el patrón.
La revista Forbes tiene una gran marca, pero su mentado ranking no ha sido nunca un ejemplo de rigurosidad. Año a año dispara un montón de imprecisiones, pero a nadie le importa, porque al igual que en TV y Novelas, lo importante son los personajes y no la verificación de los datos.
Bueno, creo que debería importar.
Todos reportaron tal cual lo que Forbes dijo: que en Chile sólo Angelini, Matte y ahora Piñera, tienen más de US$ mil millones. Menos La Tercera, que cuestionó la fuente apuntando algo fácil de intuir: en Chile los “felices afortunados” son más que tres. Faltaban Paulmann, los Luksic y las hermanas Solari.
Es claro. Cuestionar y diferenciarse: vía ineludible para ser competitivo.
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ACTUALIZACIÓN: Suplementos de Reportajes (22:32pm)
Lamentablemente para El Mercurio, LT sigue ganando en diferenciación:
Entrevistas a Bachelet en su aniversario
La de Patricia Mayorga en EM, simplemente deplorable (no es culpa de ella, en todo caso). Perfectamente podría haber sido hecha –y publicada- hace un año, y nadie se habría dado cuenta. Cero aporte, cero noticia. ¡Ni siquiera se menciona la palabra Transantiago! Impresentable.
La de Claudia Álamo en LT fue todo lo contrario. Muy contingente y muy noticiosa. No le regaló ni una sola pregunta, y la puso contra las cuerdas en todos los temas duros, incluyendo Lagos, Transantiago y su privilegiado hijo, don Sebastián Dávalos.
Se vio una diferencia realmente marcada.
El tema de por qué Bachelet le dio la entrevista a LT y no a EM, da para una entrada completa. De todas maneras, si no tenían la entrevista, en vez de parchar con una mala, El Mercurio a mi juicio debió haberse jugado a diferenciarse con una nota potente. Mucho mejor que salir a competir con un caballo cojo.
"Poco conservador"*
Tan impresentable como la entrevista a Bachelet es el artículo de EM sobre “La desconocida vida del hombre que acusa un millonario chantaje”.
Embola la perdiz con datos muy a cuento: el sr. Conservador toca piano, gusta de la opera, los cruceros y la natación, es caballeroso con las mujeres y tiene un perro llamado Zar.
Sólo olvidaron un pequeño detalle: decir que es un ca-ra-de-ra-ja, con todas sus sílabas. Cero cuestionamiento. ¡Cero!
No se les habría olvidado si hubiesen enfocado como Lorena Rubio y Matías Broschek en La Tercera. Ellos probaron un caso de nepotismo monumental y privilegios injustificables (¿era tan difícil ver que es el tema del momento?). Apuntaron a su lobby incompatible para conseguir el cargo y a sus visitas privadas a los Supremos para “informarles” de su triste caso. Eso, por no mencionar el detalle de los obscenos beneficios de su cargo.
Leer los dos artículos en paralelo -como hace más gente de la que se imaginan-, es una experiencia dolorosa. Sinceramente.
El nuevo editor en El Mercurio tiene una tarea dura. Dura y muy urgente.
* Gran titular de La Nación Domingo.
Me parece abrumadora la falta de profesionalismo, de sentido comunicacional y de preocupación por los detalles.
Es cierto, no era un evento pensado para el público y la TV. Pero salió en TV.
A riesgo de ser tratado como frívolo, quiero poner de relieve la importancia de la calidad en la puesta en escena de un evento político. Porque todo comunica. Y es muy importante para la salud de la democracia que los partidos comuniquen bien.
Un evento cuidadosamente escenificado envía una señal potente: esta gente se preocupa por la impresión que quiere dejar.
Observen el atractivo visual de la escenificación de la Conferencia Laborista 2006. No hay detalles al azar: el tratamiento de las luces y las sombras, los colores, los espacios, la ubicación de cada personaje: el líder, los ciudadanos, los dirigentes, los fotógrafos, etc.
Algunos pueden decir que la comparación es odiosa, pero ojo: no es sólo un problema de recursos. Es un problema de visión.
Costó, pero finalmente la TV superó el complejo provinciano de no aludir a la competencia. Por años soportamos la odiosa frasecilla de que “en un canal amigo” había ocurrido tal o cual cosa. Hoy los programas –sobre todo en los de farándula- aluden sin problema a rostros, programas, eventos o noticias que ocurrieron en otro canal. Incluso muestran imágenes del programa “amigo” para enriquecer la entrega y motivar el comentario y el “análisis exhaustivo” de la copucha.
Pero… ¿qué ocurre en los diarios?
Es claro: en este respecto la prensa chilena se maneja –casi siempre- con pudores y temores propios de la TV de los ochenta.
¿Por qué latercera.cl, cuando abordó –muy decididamente, por cierto- la cobertura de Schaulshonn y su “ideología de la corrupción”, no podía linkear a la entrevista en El Mercurio que inició todo?
¿Por qué elmercurio.cl o emol, que le han hincado el diente con fuerza al pseudo-escándalo de las becas presidenciales, no puede linkear a la columna de Pato Navia que abrió los fuegos?
Ocurre que la forma de consumir las noticias está cambiando cada vez con más fuerza. La “fuente de información única” es algo que está desapareciendo en nuestras narices.
La web es “preeminente” como plataforma para la generación del contenido, como dijo ayer el editor de The Guardian, Alan Rusbridger. Sin ir más lejos, el rediseño del USA TODAY, lanzado hace una semana (ver post anterior), incorpora la posibilidad de revisar, desde el mismo sitio, las noticias relacionadas que publica la competencia.
Ellos tiene claro que la esperanza de ser la “fuente única” es una ilusión ridícula. En cambio, la oportunidad está en posicionarse como la fuente primaria o preferida. ¡Elemental!
Aludir al trabajo o los golpes de la competencia puede ser peligroso si es que mi oferta de contenidos al respecto es tan mediocre que no agrega nada. Probablemente en tal caso no vale la pena siquiera intentar cubrir el tema.
Pero cuando tu cobertura es agresiva, y sale a luchar la “propiedad” del tema con reporteo de calidad, con información y datos nuevos que hacen avanzar el tema, entonces linkear a la nota que inició todo simplemente se traduce en darle un servicio aún más completo y sólido al lector.
Hay que focalizarse entonces en generar contenidos con valor propio, y ser capaces de destacar el diferencial que aporta mi oferta. Si no se logra eso, con o sin link a la competencia, el medio se hundirá igual.
No hay de qué temer. Si mi oferta está agregando valor, el lector que sigue el link a la competencia, de seguro volverá.
Además de haber simplificado mucho el diseño y la navegación, las principales características del cambio son:
Pero más interesante aún son las herramientas para explotar el social networking y el contenido generado por los mismos usuarios:
El USA TODAY es el diario estadounidense de mayor circulación, con 2.259.329 ejemplares al final del año pasado. Y no tiene miedo a que los lectores se tomen el diario. ¿Quieren saber hacia donde va la micro? Dense una vuelta por www.usatoday.com