Si realmente quieren transmitir confianza y preocupación, tienen que comunicarlo hasta el último de los detalles.
10 de marzo de 2007
ESCENARIOS TENEBROSOS
La distancia de las personas con la política tiene razones de fondo. Pero también las tiene de forma.
Este viernes Bachelet inauguró el Consejo General del Partido Socialista 2007. Vi un reporte breve del evento en el noticiario, y me impactó el enorme descuido de la puesta en escena del Congreso.
Un salón muy oscuro, casi en penumbras, a no ser por las luces de las cámaras de tv. Una pancarta plástica enorme y roja como telón de fondo. Una testera sombría -con algunos personajes algo oscuros-, cables de micrófono cruzando la mesa.
(Aquí pongo un par de fotos del evento, pero reflejan mejor el talento del fotógrafo que lo lúgubre de la escena).
La presidenta habló desde un estrado, con un chorro de luz que le llovía directo en la cabeza, y le llenaba la cara de sombras. Como si fuera interrogada bajo el foco de un tenebroso cuartel policial.
Tétrico.
No era precisamente un lugar adonde a uno le gustaría estar. Una metáfora perfecta de la impresión que la mayoría de las personas siente respecto de la política: no es un lugar donde dan ganas de entrar.
Me parece abrumadora la falta de profesionalismo, de sentido comunicacional y de preocupación por los detalles.
Es cierto, no era un evento pensado para el público y la TV. Pero salió en TV.
A riesgo de ser tratado como frívolo, quiero poner de relieve la importancia de la calidad en la puesta en escena de un evento político. Porque todo comunica. Y es muy importante para la salud de la democracia que los partidos comuniquen bien.
Un evento cuidadosamente escenificado envía una señal potente: esta gente se preocupa por la impresión que quiere dejar.
Observen el atractivo visual de la escenificación de la Conferencia Laborista 2006. No hay detalles al azar: el tratamiento de las luces y las sombras, los colores, los espacios, la ubicación de cada personaje: el líder, los ciudadanos, los dirigentes, los fotógrafos, etc.
Algunos pueden decir que la comparación es odiosa, pero ojo: no es sólo un problema de recursos. Es un problema de visión.
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1 comentario:
Pero:
a) La política británica -con todo su profesionalismo- no es mucho más cercana a la población y
b) Específicamente sobre el PS, con todo lo comunicacional hecho mejor, el Laborismo (y en particular el Blairismo) no está que digamos en una posición tan bien. En ultima instancia, el PS -sin necesidad de trabajo comunicacional- sigue manteniendo su 10% histórico, no tiene ninguna crisis grave (en comparación con sus vecinos), sus figuras no están mal ubicadas etc.
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