LA TEMIBLE ESCUELA DEL TABLOIDE

La historia se repite calcada.

La semana pasada David Cameron, el popular líder conservador inglés, nombró como su Director de Comunicaciones a Andy Coulson. ¿Quién demonios es Coulson?

Es el ex editor jefe del News of the World, uno de los tabloides más insolentes junto a The Sun y al Daily Mirror. Tuvo que renunciar a él en enero tras espiar a la familia real. Bajo Coulson, el News of the World creció exponencialmente en base de la especialidad de la casa: los escándalos sexuales, como los de Beckham o el que hizo caer adel ministro del Interior, David Blunkett, entre muchos.

Exactamente lo mismo hizo Blair cuando comenzaba a hacerse popular en 1997. Entonces tuvo la brillante idea de contratar a Alastair Campbell como su jefe de comunicaciones. Campbell fue editor del Daily Mirror y se convirtió en una figura legendaria, el spindoctor por antonomasia.

Con una sensibilidad exquisita para entender –y trasvestir- los códigos de los medios y la política, Campbell fue un maestro de la “photo-opportunity” y la cuña. Entre mil otras, fue el autor intelectual de la frase “la princesa del pueblo”, con que Blair bautizó a Lady Di, y creó una maquinaria comunicacional nunca antes vista en Downing Street. Controló la agenda política para Blair de manera envidiable, siempre adelantándose a los periodistas.

Su pecado fue ser demasiado efectivo: los medios –en venganza- terminaron convirtiéndolo en símbolo de la manipulación. Cuando fue demasiado lejos, defendiendo lo indefendible ("armas de destrucción masiva" en Irak), tuvo que renunciar tras una ácida disputa con la BBC.

¿Qué tienen los editores de tabloides que son tan atractivos para los políticos? La respuesta es clara: son expertos en conectarse con la sensibilidad del gran público, están operados de los escrúpulos, tienen un pragmatismos a toda prueba y, por sobre todo, conocen mejor que nadie al enemigo potencial más devastador de los políticos: los medios. ¿Veremos algo así en Chile? ::::::::::::::::