(Me pregunto si esa libertad de las personas para elegir las vulgaridades de la TV le parecerá tan reprochable aplicada a otras industrias de la economía nacional. Por ejemplo, para elegir los productos que se anuncian en esos programas tan de mal gusto).
Pero lejos lo más divertido fue su queja final -con aclaración incluida- respecto a la imagen distorsionada que las telenovelas nacionales ofrecen respecto de la figura del empresario medio:
"En ninguna de las telenovelas existentes en los canales aparece alguien trabajando ... Más aún, casi siempre la figura de empresario es la de un señor que nunca trabaja y que está sólo preocupado de sus conquistas amorosas e intrigas de poder. Esto no sólo no es efectivo, sino que es una grave distorsión de la realidad..."
Guionistas, a tomar nota.
2 comentarios:
Cuidado, que si empezamos a revelar la "realidad" de los empresarios lo más probable que no sólo se puedan hacer 3 telenovelas más, de seguro podemos alimentar el guión de un par de películas y otras tantas novelas policiacas.
saludos
Que se queje con su amigui Ricardo Claro
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