Y no cualquier noticia. Es una noticia de alta relevancia política.
Sin embargo, sólo nos enteramos cuando ya todo había ocurrido. Según los medios, ellos también. Recién el lunes informaron que ya estaba todo bien. Paradójicamente, estaban muy bien enterados de la cuidadosa operación comunicacional para mantenerlo todo en reserva.
Cuando lo vi, me llamó la atención. No por el hecho en sí, sino porque más de una semana antes un amigo periodista me había comentado, muy a la pasada, que iban a operar a Lagos. Supuse obviamente que lo iba a leer pronto en los diarios, pero nada.
¿Qué ocurrió? ¿RRPP de la Clínica Alemana golpeó a todos los medios? Me imagino que no.
En realidad no sé qué pasó. Sólo se me ocurre elucubrar algunas alternativas:
- todos los periodistas, salvo mi amigo (que trabaja en periodismo de farándula), fueron incapaces de enterarse, en un despliegue epidémico de ineptitud reporteril.
- muchos sí se enteraron, pero sus editores dictaminaron que el hecho no era noticia.
- los encargados de medios se enteraron y pensaron que sí era noticia, pero los amigos y/o familiares del ex presidente estimaron que no era bueno publicarlo, y manifestaron que sería de buen gusto no anunciar nada hasta después de la operación.
2 comentarios:
Resulta sospechoso ver que Ricardo Lagos salga de la operación y hasta ese instante NADIE lo supiera. Tengo la impresión, de que en como todo ordén de cosas, hay formas y maneras de PARAR, DETENER, ESPERAR ciertos hechos noticiosos. Ese poder hay gente que lo tiene, y si bien no se necesita dinero ni armas para lorar el silencio si existen otras posibilidades como el intercambio de noticias e información, es decir "esperame con esto, y te paso ESTO OTRO". Los que trabajamos en comunicaciones sabemos que esa es una posibilidad.
Insisto, muy buen blog.
saludos
Muchas gracias por tus comentarios Roberto.
Ciertamente supongo que es parte de una dinámica propia de la relación medios-política. Es como un matrimonio: a veces se dan dentelladas y otras veces actúan coordinadamente, pero de una u otra manera se necesitan.
Personalmente no me interesa la mirada normativa (ni mucho menos la moral o la conspirativa) sobre el fenómeno. Puede ser más fome, pero en realidad lo que me atrae es poner la atención en qué ocurre con el otro actor que está fuera de este "convenio": el público, las audiencias.
Saludos.
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